Entre las incontable virtudes que tiene “Érase una vez en… Hollywood”, la ultima película de Tarantino, una es la banda sonora.
Claro que puesto al lado de la notable forma en que está recreada la época, las actuaciones, el mostrar “varias películas” adentro de una sola y la mixtura entre realidad y ficción, la música podría haber quedado en segundo plano, aunque este no parece ser el caso. Son más de treinta canciones de la época que contribuyen, en la mezcla con imágenes y diálogos, a transportar al espectador a Hollywood de finales de los 60.
El propio Tarantino dejo en claro que utilizó “la música que se escuchaba, porque en aquel entonces había una estación de radio muy importante, 93KHJ, y esa es la razón por la que esa radio se escucha a lo largo de toda la película y los disc-jockeys son como los narradores de la época”.
Así se van sucediendo temas muy cercanos al recuerdo como “Mrs. Robinson” de Simon & Garfunkel o “California Dreamin’”cantado por José Feliciano con muchos otros de menor grado de difusión.
Tarantino rescata al primer Deep Purple o a Neil Diamond como así también al grupo español Los Bravos con su tema “Bring a Little Lovin’”, que ya formaba parte del tráiler del film.
En el transcurso de la obra se escucha música en la radio mientras se viaja en auto. La radio (el cine y la televisión) son parte de la realidad del día a día de los personajes entrañables que interpretan DiCaprio y Pitt.
Quizá un buen ejercicio sea escuchar la banda sonora entera (en la radio son sólo fragmentos de cada canción) y volver a ver el film. En realidad cualquier razón resulta valedera para ver de nuevo “Érase una vez en… Hollywood”.
Guillermo Cerminaro