Stromae ha vuelto. Y es una gran noticia.
El 2015 había declarado a la revista «Les Inrockuptibles»: “De cantar, no tengo ganas en absoluto. Pero música no voy a dejar de hacer”.
Recientemente, el artista belga acaba de publicar Santé, un tema con aires andinos y que resulta un homenaje a esos trabajadores que no vemos. Pero lo importante, más allá del tema- que quizá no sea de los mejores de su producción- es su vuelta a la música.
Al presentar Santé, Stromae declaró en sus redes sentirse “encantado de estar de vuelta”
No será esté el único tema: se esperan más que integrarán un nuevo trabajo discográfico. Ya hay anunciado un show: en Agosto del año próximo será una de los headliners del festival Rock in Seine, en París.
El belga es de los artistas más personales y múltiples del este siglo. Quizá sea el más importante si se lo mira como artista integral.
Su movimiento escénico y la puesta en escena de sus shows son superlativos. Su voz es de notable expresividad. Sus canciones, con un fuerte basamento en la música electrónica, son-muchas de ellas- joyas del pop. Hace pensar, hace bailar, conmueve.
El lugar que había dejado vacío se sabía que nadie podía ocuparlo. Stromae, otra vez, vuelve a la escena.
Guillermo Cerminaro