Recordar los 100 años del nacimiento de Gilles Deleuze resulta un motivo para hablar de aquel que consideraba que “hacer filosofía es intentar crear o inventar conceptos”.
Hoy, que esta idea parece haber entrado en un cono de sombras, se puede decir que, más allá de acuerdos o desacuerdos, Deleuze ha cumplido con creces con su propia idea.
Conceptos como rizoma, cuerpo sin órganos, máquinas revolucionarias, máquinas de guerra o línea de fuga son solo algunos de ellos, en muchos casos propios o compartidos con Félix Guattari y otros que fueron resignificaciones de lo dicho por otros pensadores.
Justamente con Guattarí escribió dos obras fundamentales y complejas: El Antiedipo y Mil Mesetas.
Sin embargo antes de llegar a esa instancia Deleuze dedicó su obra al estudio de otros imprescindibles que lo precedieron como Spinoza, Nietzsche, Bergson, Hume o Kant. Es imprescindible Diferencia y Repetición su tesis filosófica
Deleuze postulaba el acontecimiento y no las esencias, el rizoma como sistema abierto y el devenir y la multiplicidad como parte sustancial de sus ideas.
Una curiosidad: grabó, para ser publicado luego de su muerte, el abecedario que puede ser consultado en YouTube.
En tiempos que la filosofía está más cerca de la repetición de ideas que ya fueron dichas y en la que los filósofos post mayo francés han muerto, revisar la obra de Deleuze abre más puertas que las que cierra.
Guillermo Cerminaro