La tarde de frío y viento del sábado pasado no fue obstáculo para poder disfrutar la presentación de El Príncipe Idiota, el proyecto solista de Mariano di Cesare de MI amigo Invencible.

La cita fue en Quetren Quetren, una cancha de fútbol techada tomada por mujeres muy creativas, que está resultando un lugar imprescindible para eventos de música y de otro tipo desde la primera apertura en medio de la pandemia.

Con un formato de trío, el set, austero, pero de una fineza poco común, estuvo plagado de canciones que dicen hasta en sus silencios.

Promediando la actuación, y luego de invitar a Rosario Ortega a cantar El Trabajo, el artista mendocino confesó que iba a cantar una canción con la que ya no estaba de acuerdo al menos en su segunda parte

Ahí se conformó una especie de diálogo con el público, que para esa altura, ya estaba bajo las mantas que las organizadoras distribuyeron para mitigar el frío.

“Es la que más reproducciones tiene en Spotify, ojo con eso” dijo y comenzó a cantar.

Se refería a Delirio New Age, que en su segunda parte dice: “ Aceptar lo que soy, lo que tengo y lo que doy, sin dejar de preguntar/ Aceptar lo que soy, la tristeza y el dolor siempre están y no se van”

Resulta alentador que un artista se haga este tipo de cuestionamientos y lo comparta con su público, demostrando que las canciones son algo vivo y que la perspectiva del autor puede ser distinta con el tiempo.

Hubo lugar para un puñado de canciones más que completaron el show, como para que quede claro lo necesario que siguen siendo esos momentos sutiles que brinda la música. La noche ya había caído sobre el barrio de Belgrano.

Guillermo Cerminaro