Todo lo que está pasando en el freestyle, incluso durante la pandemia, hace que quizá sea de lo más interesante que está ocurriendo en esa mixtura que es el arte, el espectáculo y el deporte. Facu Loz, quien formó parte de la previa y del bonus track de FMS Argentina, es uno de los que más sabe de ese mundo. Nos contó cómo vivió desde adentro la competencia.
Se pudo llevar a cabo la FMS en un año difícil cuando otras actividades se han suspendido. ¿Qué análisis hacés?
La verdad, si me preguntabas cómo veía el futuro cuando comenzó la pandemia, no hubiese tenido mucha esperanza. Además, estaba medio paranoiqueado como muchas personas. Teniendo eso en cuenta, que todas las FMS hayan llegado hasta el final, con tan buen nivel, con tanta cantidad de gente viéndolo, el resultado es enormemente más satisfactorio. Lo digo como participante de FMS Argentina y también como espectador, he vivido la final de España, la final de FMS Perú que ha crecido en pandemia y ha generado un gran nivel de viralización. El freestyle, en todo este año pandémico, además de todo lo que ya era, se ha recibido de espectáculo, de espectáculo oficial, escindido de si la gente va, algo que pasa con todos los otros deportes.
Parece que aunque no hubo público los competidores entendieron ese juego, como si no hubiera afectado tanto. ¿Lo ves así?
Yo creo que a muchos los benefició, incluso a muchos de los que al principio perjudicó porque tenían un estilo más relacionado con buscar la aprobación constante del público. Los terminó beneficiando porque a la larga te pone a enfrentarte con tu mejor versión de rapper. No importa lo que habías hecho vos como competidor cuando había público. Al no tenerlo, al cambiar el objetivo, y que el público sean los raperos, los que te ven, o sea la misma grada, todo se modifica muchísimo. Lo que tiene uno que hacer para sorprender a alguien haciendo freestyle o haciendo rap hace diez años es distinto que lo que hay que hacer con alguien que por primera vez fue a un evento. Me pregunto todavía de qué manera se va a incluir el público una vez que esto vaya equilibrándose, sin perjudicar esto que se avanzó, ya que fue beneficioso para algunas competencias y para algunos raperos. Ojalá no pase tanto tiempo.
Wos y Trueno, los ganadores de las ediciones anteriores, no participaron. Si se fueran los jugadores principales en un equipo de fútbol se notaría. Sin embargo acá no decayó el nivel. ¿Eso significa que no depende de dos o tres y los demás acompañan?
Imagínate si gana River un campeonato y al otro se retira. Eso en el fútbol seria tremendo. El freestyle, por un lado es popular pero a la vez tiene mucha proyección, hay mucha gente haciéndolo, más de lo que uno tiene noción. El freestyle tiene características que sirven para el fin del mundo: es fácil de hacer ya que no requiere de nada ni nadie para arrancar, no necesitas ninguna herramienta, podés hacerlo con amigos, podes hacerlo con amigos sin estar presentes, podes hacerlo sin tener ni siquiera una computadora, podés hacerlo teniendo un celular. Genera un nivel de posibilidad, es algo muy punk. A la vez acerca tanto esta disciplina a las personas que se multiplica de una manera medio inusitada, medio impensada, incluso para quien organiza eventos de freestyle. El hecho que se vaya retirando gente, termina siendo un poco beneficioso. Todo se está moviendo un poco más rápido que lo que se imaginaba. El otro día en FMS se dio un debate interesante sobre si no habría que activar una segunda división. No tiene que ver con anular las competencias de plaza, sino es que realmente haya cada vez más competidores a los que hay que darles una contención para que esto siga creciendo sin ser totalmente profesional a nivel deportivo, pero a la vez que no termine sumido solo en el under. Es encontrar un equilibrio
¿La masividad ha modificado el contenido, lo ha hecho más liviano?
El contenido en el freestyle no es unívoco, yo creo que en algunos casos puede ser más liviano en el hecho que proliferen más competidores y se concentren en la deportividad del freestyle, en hacer puntos para una planilla o en ganar una batalla. Puede ser que sea un poco más vacío, aunque esté plagado de referencias historias o musicales. La verdad que eso depende mucho de la sociedad en la que vivimos y de las personas que estén involucradas en el freestyle. En Argentina, ponés a debatir sobre cualquier cosa a Klan con Papo y probablemente piensen distinto en el 80 por ciento de los temas, o lo ponés a Zasko contra Blon en España y pase lo mismo. Todos eso que en otras partes del mundo, en la política no se dan de esa manera, en el freestyle se dan esos debates argumentales ideológicos, sin que nada se desboque.
¿Cómo viste a los competidores en esta edición? ¿Viste a alguno que te haya sorprendido?
El que más me sorprendió fue Klan. Venia de años anteriores mostrándose un poco débil en el formato y este año se demostró a sí mismo que no importa el formato. Es el principal beneficio de la ausencia de público. Que el formato no es tan determinante ni tan imposible de combinarlo con las nociones artísticas. Tanto Papo, como Mecha, como Stuart, todos los competidores en general, pero ellos tres en particular, mostraron que Argentina está a un nivel cada vez mayor y muy protagonista a nivel mundial.
Guillermo Cerminaro