El pasado domingo, casi al caer la tarde, Beatriz Sarlo se hizo presente en el C. Complejo Art Media en el barrio de Chacarita.
En el marco de la Feria de Editores, en un salón colmado ubicado en la planta alta, presentó su libro Clases de literatura argentina (Siglo XXI) acompañada por Hinde Pomeraniec y Sylvia Saítta, dos de sus alumnas.
Beatriz Sarlo es una rara avis, una intelectual en tiempos en los que escasea la disposición para el pensamiento. Habla con voz tenue, pero cada una de sus frases tienen el efecto de un estilete punzante.
“Hay un montón de escritores argentinos que no he leído porque si no la literatura no sería un hecho estético, no es toda la literatura para alguien”, aseguró mientras en la planta baja miles de asistentes buscaban justamente un libro para ellos.
Por otra parte diferenció el gusto de la estética “El gusto es mucho más inclusivo, no solamente las formas en las que un relato o poema llega a ser escrito. Lleva marcas vinculadas a las historias personales de los críticos”.
Reconoció su error al colocar a Cortázar” en un nivel muy bajo de valores literarios y expresó que junto a su compañera de cátedra María Teresa Gramuglio tenían como misión “convertir a Juan José Saer en el más grande escritor argentino después de Borges”.
Al terminar la charla quedó poco tiempo para recorrer y comprar algún libro que había quedado pendiente. Un par de horas después, los aplausos coronaron el final de una nueva edición de la Feria de Editores.
Mito Mauro