Adiós Horacio González (1944–2021)

Browse By

Por Daniel A Riesgo

Víctima del Covid nos deja un intelectual brillante del pensamiento nacional. Sociólogo, escritor, docente y ex Director de la Biblioteca Nacional.

Aún lo recuerdo en los pasillos de la facultad con su portafolios lleno de libros y apuntes y al ver sus fotos y reportajes es como si nunca hubiese envejecido, siempre con su pelo largo, bigotes y su voz juvenil.

Cómo imaginar su mundo cotidiano de pensamientos, sentires y libros junto a su pareja Liliana Herrero, una de las más sensibles y brillantes cantantes renovadoras de nuestro folklore. Fue un pensador comprometido con las causas nacionales, referente de “Carta Abierta”, militante político y social, una fusión contundente de compromiso político, pensamiento y academicismo.

Su mundo de niño fue en Villa Pueyrredón donde su abuelo ferroviario ocupo un rol muy importante y le acercaba la poesía de Giacomo Leopardi, el poeta de su pueblo Renati en Italia.

Su secundaria fue en el colegio comercial de Villa Devoto orientado por su abuelo que lo imaginaba contador. Sin embargo, su pasión por las lecturas revisionistas lo llevo al colegio nacional Sarmiento donde conoció un mundo nuevo: las disputas entre liberales y nacionalistas, los tiroteos de los militantes de Tacuara y la convulsión de la calle en la década de los ´60s. Y luego su ingreso a la Facultad de Filosofía y Letras.

Cuando en un reportaje le preguntaron acerca de cómo se define, él dijo “¡ Me estás planteando algo muy fácil !, yo me defino como el proyecto de querer abandonar un cuerpo bibliográfico”. Es decir, dejar el mundo cultural, el mundo de conocimientos donde se formó; abandonar la idea de que ese mundo-conocimiento es una certeza para que pase a ser un interrogante.

En esta idea rescataba al antropólogo y filósofo argentino Rodolfo Kusch (1922-1979). “Cambiar el mundo cultural en el que estoy incluido, Kusch dejó su mundo cultural de Buenos Aires para ir a escuchar un carpintero en Maimará” repetía.

En pocas palabras se trata de cambiar el régimen de escucha. ¡Cuánta valentía!, porque nuestro mundo de ideas y corpus conceptual merece siempre una revisión, un punto de fuga.

Y en esta idea podemos ver su impulso a experimentar, lo que podría describir como una sociología de campo performática, como cuando junto al psicólogo social Alfredo Moffatt. tomaban el tren en Puente Alsina vestidos de vendedores ambulantes ofreciendo retratos. En el año 2009 debuta como actor en la película “El artista”.  Se trata de una escena de ficción junto Rodolfo Fogwill, León Ferrari, Alberto Laiseca y Horacio González

Finalmente, en un reportaje de la revista Anfibia de 2014 Lucía Álvarez menciona que “Augusto Boal, dramaturgo, fundador del teatro del oprimido, lo puso en contacto con Cumpa, el grupo teatral de Mauricio Kartun. Horacio y Mauricio daban clases sobre el Facundo de Sarmiento. Ya en esos años había empezado a construir un discurso lleno de figuras, de tropos, de una carne dura, no de puchero hervido, dice Mauricio Kartun”. Lo recuerda como un profesor relámpago: “Horacio es como un relámpago, en un instante breve ilumina un territorio y cuando desaparece, la imagen queda inscripta adentro tuyo”.

Horacio González un hombre inmenso, múltiple y generoso, quién va a ocupar un lugar destacado dentro del pensamiento nacional y la cultura argentina en general. Estará presente siempre porque por su puesto quedan por siempre sus obras, sus valores y todo su legado.