En el medio de la presentación de su último disco Guerrera/ Soldado, Nahuel Briones tuvo una buena noticia al ser uno de los ganadores de la última Bienal de Arte Joven. Esto le posibilitará grabar un nuevo disco a comienzos de 2018. Briones, que nació en Parque Patricios, lugar al que volvió en el último tiempo, compuso sus nuevas canciones grabándolas mientras caminaba de noche por las calles del barrio. “De los 6 a los 20 años me pasé leyendo libros y escuchando música, ahora me interesa el mundo social. No tengo tanto tiempo de quedarme en casa escuchando discos”. Aunque sí lo tenga para hacer muy buenas canciones.

Cuando uno escucha tu música se sorprende ¿Sos consciente de eso?

Lo que estás diciendo es algo que yo trabajo mucho y que lo intento, no lo hago por una cuestión efectista. Aunque a  veces  sí, a veces busco frases que tiene un remate, como si fuera un chiste. Pienso cómo hacer para eso impacte más en la letra porque el contenido es desubicado en el contexto, me parece que eso puede generar algo divertido o porque quiero que se resalte mucho algo. También lo hago desde la performance en vivo, estar tocando una cosa y que crean que voy a cantar una canción de amor y termina con un comentario político  o una canción política que termine con un comentario romántico. La verdad que a mi es algo que me interesa, es algo que fui desarrollando en el último tiempo. Vos podés estar diciendo cosas muy serias sin ponerlo en un lugar de seriedad, podés estar contando cosas muy importantes tratando de que tenga algo de humor. Creo  que el humor es un lugar que tenemos como un refugio para decir cosas muy fuertes.

¿Cómo fue cambiando tu música hasta llegar a Guerrera/ Soldado? Da la sensación de que le escapás a hacer siempre lo mismo, a la comodidad

Yo tengo ahí una dicotomía. Yo sé que desde el afuera se ve que no me quedo en el lugar cómodo y quiero cambiar, pero en realidad  mi lugar cómodo es ese porque yo me aburro muy rápido haciendo siempre lo mismo. Yo entiendo que hay medio  una idea que se ve de afuera de patear el tablero, es que me aburro y no tengo ganas de hacer lo mismo.

¿Te dás cuenta que eso no es común, no?

Yo me doy cuenta que no es común. Con otros músicos con los que trabajo  encuentran algo con lo que se sienten identificados durante mucho tiempo y no creo que esté mal. Hay temas del primer disco que yo ya no pienso lo mismo y no los toco, todos tenemos la posibilidad de cambiar todo el tiempo, aunque hay un momento que no creo que cambies tanto. Mi primer disco, Pero Reflexiva, lo saque a los 20 años con canciones que compuse a los 18. Yo en ese momento pensaba un poco parecido a ahora pero tengo diez años más y me cuesta pensar en eso.

¿Hacia dónde va tu música?

A probar distintas cosas, siento que no quiero tener la presión de tener que repetir algo ni la presión de que tengo que cambiar. Si en algún momento encuentro algo que es mi vida y  es mi estética y decido conservarla siempre, voy a estar contento y  también si no la encuentro nunca y tengo que estar cambiando todo el tiempo.

Guillermo Cerminaro

Artículo publicado originalmente en el número de Noviembre de Revista Spoiler