Este lunes falleció Sergio De Loof uno de los artistas que marcó el pulso del under de esta Ciudad.
En los 90 realizó decenas de desfiles de moda memorables y fue el alma máter de espacios emblemáticos como Bolivia (1989), El Dorado (1990), Morocco (1993), Ave Porco (1994) o Club Caniche (1995).
El diseñador, de origen humilde, que comenzó a ser reconocido en el año 89 en la Bienal de Arte Joven, sostuvo una ética de trabajo y fue inspirador de cientos de artistas y el artífice de muchos momentos de efervescencia de quienes transitaron la noche porteña.
En el documental El Monarca, dirigido por Francisco Garamona, De Loof definió su lugar: “estoy con el pueblo y estoy con la monarquía”. En el mismo trabajo contó un puñado de anécdotas como ésta: “En Ave Porco estaban Urdapilleta y Tortonese, que le repartían al público verdura para que le tiren durante el show… y yo les tiré”.
Esas cosas y muchas más pasaban en el under y de Loof tenía centralidad en ello como diseñador o como anfitrión de espacios en los que la noche era un desborde de diversidad y creatividad.
El 28 de noviembre pasado se inauguró en el MAMBA la muestra Sergio De Loof ¿Sentiste Hablar de mí?, en la que el propio artista pudo estar presente en la inauguración en lo que, de alguna manera, ofició como su despedida.
Solía decir: “yo creo que el día de la muerte está escrito”. Y su día finalmente llegó a los 57 años, en medio del aislamiento social que vivimos por estos días. Entonces quizá haya más tiempo para que los recuerdos de quienes vivieron aquellas experiencias afloren y para que quienes no lo conocieron sientan curiosidad por saber de él.
Guillermo Cerminaro