Qué significa Harry Potter: dos generaciones lo discuten

Browse By

Las grandes obras interpelan a muchas generaciones. Y Harry Potter, seguramente, sea un claro ejemplo de ello: la saga creada por JK Rowling acompañó el crecimiento de muchos y se convirtió en obsesión de tantos otros que vinieron después. Ahora, porque siempre es importante revisar ese tipo de sucesos, dos fanáticos de generaciones distintas -la que vivió el fenómeno a su ritmo de desarrollo y otra más joven, que lo descubrió hace poco- discuten qué significa Harry Potter para cada uno de ellos.

Amistad, esfuerzo y trabajo en equipo

Desde mi punto de vista, Harry Potter no es simplemente la historia de un niño huérfano con poderes. A pesar de que no se note a primera vista, habla sobre el trabajo en equipo, la amistad y que no hace falta ser mágico para ser poderoso. Y si tenemos que hablar sobre el trabajo en equipo, se puede poner el ejemplo de Harry, Ron y Hermione. Por más que se hayan distanciado uno de los otros en algunos momentos, estuvieron juntos tanto como en la Batalla de Hogwarts como en otras ocasiones relacionadas.

También, si lo pensamos, la división de casas en Hogwarts puede estar intentando decir que no todos son iguales, que todos tenemos nuestras propias diferencias. Cabe destacar que Harry nunca tuvo una relación del todo sana con sus tíos, que era visto como la oveja negra de la familia por el simple hecho de ser un mago, ya que los Dursley no querían aceptarlo.

Vamos a la parte oscura de la historia: Voldemort, el peor enemigo de Harry. Su nombre viene del francés y significa “Volar de la muerte”, dándole origen a sus acciones. Estuvo más de 13 años “muerto” según algunos magos y brujas. Pero volvió de la muerte para cumplir ese objetivo de poder mantener el mundo bajo su poder. Intentó asesinarlo en múltiples ocasiones, pero una de las más importantes fue la última vez. Por más que Voldemort estaba muy debilitado debido a que habían destruido sus horrocruxes, en el final se le da vuelta el juego. Finalmente, Harry mata a Voldemort. Y cómo él ya no tenía Horrocruxes, nunca más pudo volver a vivir.

Y si queremos hablar de sabiduría, podemos nombrar a Albus Dumbledore, que junto con Sirius Black (padrino de Harry) fueron los padres que Harry nunca pudo tener.

Al fin y al cabo, Harry Potter simboliza la amistad, el esfuerzo, el trabajo en equipo, le mostró al mundo una nueva versión de los magos y brujas, cuando antes de esta saga, eran vistos como seres malos y repugnantes, de piel verde con verrugas que quieren convertir a todos en sapos. A pesar de que hayan pasado más de 20 años, Harry Potter sigue siendo un fenómeno mundial que el mundo ama.

Lynn Potter

Quiero crecer

Ahí donde el futuro era inimaginable y el pasado inexistente: en esa línea temporal funcionó Harry Potter para nosotros. Los que conocimos eso que, tal vez, sí sea magia: ahí donde no había nada, de repente, existió todo.

Porque en la lógica del niño, ese mismo, el que no tiene pasado y ni siquiera entiende bien qué es el futuro, cada novedad del mago más famoso de todos los tiempos era -¡tenía que ser!- un acto de la más maravillosa magia: una historia tan improbable como esperanzadora, basada en un axioma madre: “quiero creer”.

Porque eso hizo la saga con nosotros: nos exhortó a creer. Ya no en magos y brujas, sino en cuestiones que poco tienen que ver con la fantasía. Creer en la amistad más allá de todo, en las aventuras –y entender que son mejores en compañía-, descubrir que no todos son lo que parecen.

Y en cada nuevo libro, en cada nueva película, el futuro se hizo más palpable con una coincidencia asombrosa: crecer al ritmo de Harry fue de un valor incalculable.

Eso sí: el tiempo, tirano, suele desacomodar las cosas. Y lo que parecía de una forma, finalmente, quizá, no sea ni tan así ni tan asá: pregunto yo por qué Dumbledore crió a Harry como cerdo para el matadero, cuestiono acciones de aquellos que, en la infancia, fueron intocables. Releo los libros y me cuesta seguir la línea.

Pero hay marcas que no se borran tan fácil. No se borra la cicatriz de Harry de su frente; no se borra Harry Potter en mí. Quiero creer.

Patricio Cerminaro