Ciudad Emergente, día 2: Louta cotiza en bolsa

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Louta, tal vez la aparición más novedosa en la escena de los últimos dos años, se presentó en la segunda jornada de Ciudad Emergente.

En un corto lapso (su disco debut  data de diciembre de 2016) ha tenido una carrera meteórica basada en un espectáculo que tiene como fortaleza la puesta en escena y el movimiento en el escenario del propio Louta y de sus bailarines/actores. Pero no sólo eso: sus canciones son inclasificables, se construyen y se deconstruyen sin demasiado preámbulo.

Tal el caso de Felix, que abrió el show, en una noche con un cielo encapotado que realzaba aún más las luces de la Torre de la Usina del Arte ubicada al costado del escenario.

El show que presentó Louta fue, de alguna manera, la despedida de este espectáculo, a la espera de su nuevo disco anunciado en principio para el día de la primavera, pero prorrogado para los primeros días de octubre. De ese trabajo se conoció hace poco un adelanto “Todos con el celu”, que Louta tocó en vivo y que comienza con clave de candombe y tiene reminiscencias del gran artista belga Stromae.

A esta altura, el show de este joven artista quizá no sorprenda como al principio, pero siempre representa una verdadera experiencia por su teatralidad y lo que se transmite desde el escenario. Louta canta con igual ductilidad, saltando, sentado en un sillón, dentro de una bola transparente o contorsionándose a punto de desarmarse.

El show fue corto y dejó gusto a poco. Habrá que esperar, entonces, las nuevas canciones. Si Louta cotizara en bolsa no habría dudas que habría que invertir en él: se espera un alza importante en su próximo trabajo. Pero no es un producto, es mucho más que eso: ha iniciado un camino para convertirse en un artista integral.

Guillermo Cerminaro