Mientras que la industria hollywoodense en plena la crisis autoral continúa refritando clásicos, el cine de género iberoamericano avanza en los festivales de todo el mundo desplegando su libertad creativa y una identidad cada vez más propia. En esta ocasión, la cartelera nacional se renueva con una coproducción entre Argentina, España y Uruguay que pretende traspasar los límites de la mente humana, llevando más allá nuestras capacidades sensoriales.

El filme sigue los pasos de Bianca (Eva de Dominici), una joven actriz de teatro que debe lidiar día a día con los brotes psicóticos de su padre. Luego de una función, a Bianca le proponen ser la protagonista de una obra vanguardista dirigida por la dramaturga Alma Bohn (Belén Rueda), quien en los ’70 tomó repercusión debido a sus métodos experimentales con el insomnio. Para ello deberá encerrarse en un antiguo hospital psiquiátrico y junto al elenco someterse a una importante cantidad de horas sin dormir. Con el correr de los días, los actores comienzan a cruzar los umbrales de la percepción y la historia oculta del lugar toma vida propia.

El director uruguayo Gustavo Hernández (La Casa Muda; Dios Local) y el guionista Juma Fodde (Frondoso Edén del Corazón), nos ofrecen un oscuro y tenso thriller con un virtuosismo visual impensado para el cine de género local. El escenario elegido transmite una atmósfera claustrofóbica cercana al terror gótico y el giallo italiano, que se intensifica gracias al uso de los primeros planos, la sutil banda sonora y una iluminación sombría que le otorga solidez a la narración.

La película presenta un guion inteligente, alejado de los clichés de las cintas fantasmales y más cercano al terror psicológico. Su historia invita al espectador a reflexionar sobre la presión de los artistas en pos de alcanzar una meta, el abuso de poder, la vulnerabilidad y la pasión sin límites. Aquello es logrado a partir del elemento experimental que cala perfecto con la época en la que transcurre la cinta ya que alude a las peligrosas técnicas utilizadas por la psiquiatría durante el siglo pasado.

A pesar de su innovadora premisa y de contar con un equipo técnico admirable, el tercer largometraje de Hernández no termina de convencer del todo. Por momentos, el suspenso escasea y el relato se ve cargado de escenas dramáticas que no atrapan y ralentizan la trama. A su vez, el final se manifiesta un tanto abrupto y caótico por la combinación de varios elementos y situaciones que se articulan de manera imprecisa.

En el plano actoral, la española Belén Rueda – poseedora de una formidable experiencia dentro del género de suspenso en filmes como El Orfanato (2007) y El Cuerpo (2012)- se luce en su interpretación de aquella mujer manipuladora y misteriosa. Por su parte, Eva De Dominici demuestra seguridad y solidez ante un papel con un desarrollo psicológico importante El reparto se completa con los actores Germán Palacios, Eugenia Tobal, Natalia De Molina y Juan Manuel Guilera.

En resumidas cuentas, No Dormirás es una propuesta original y visualmente atractiva que evita caer en los efectismos típicos del género. Aún así, el pulso narrativo resulta irregular y no logra generar el impacto que tamaña historia se merece.

Giuliana Bleeker