En los años finales de la dictadura Los Violadores cantaban Represión. PIl Trafa, que había compuesto ese himno, ponía el cuerpo y la voz cuando no era fácil hacerlo.

Esa imagen es una postal de época. Su  voz era la voz de los que desde abajo del escenario pedían el final de la dictadura.

PIl Trafa, que se llamaba Enrique Chalar, murió el viernes pasado en su casa de Lima, donde residía desde hace tiempo, a los 62 años.

Los Violadores fueron una banda necesaria en los 80. Ocuparon un lugar único. No había punk acá antes de ellos. “Nada ni nadie nos puede doblegar, somos el momento y este es el lugar” cantaban en el último tema de “Y ahora que pasa, eh?”, el álbum del año 85.

Y esa convergencia temporo-espacial hay que destacarla: hacía falta que se dijera lo que había que decir en Argentina en esos años oscuros. Es que PIl leía la realidad de manera lúcida y con sólidos recursos intelectuales y la vomitaba en el escenario.

Los años que siguieron lo mantuvieron activo entre Pilsen, su posterior banda, y los regresos de Los Violadores. Aún seguía con planes de giras y nuevos temas. Pero la muerte suele truncar esos caminos.

El punk hace tiempo ha perdido su brillo. Sin embargo, su espíritu, del que Pil fue emblema, no podrá ser doblegado.

Guillermo Cerminaro