El fenómeno del microteatro sigue creciendo. En tiempos urgentes como éstos es un formato que le viene como anillo al dedo a una nueva generación de espectadores. Si bien no parecen los mismos que concurren al teatro al que estamos acostumbrados, quizá para algunos pueda representar una puerta de entrada a obras de mayor duración. Otros, sin embargo, se quedarán con haber pasado un buen momento en conjunción con la oferta gastronómica que ofrece el lugar.
¿Qué es el microteatro? Obras que duran quince minutos y que se presentan en espacios reducidos para pocos espectadores.
Nacido en Madrid llegó a Buenos Aires en 2017, al barrio de Palermo, soportó la interrupción de la pandemia y siguió adelante para poco más tarde extenderse a otras ciudades como Rosario o Mar del Plata.
Hay un par de puntos a favor. Los actores se mueven apenas a centímetros de los espectadores: todo está a la vista. Hay varias obras al mismo tiempo: hay más de una docena de opciones para elegir. En cada noche conviven distintas sesiones y el recambio de obras es continuo. En función del tiempo y el presupuesto con que se disponga se pueden ver varias en continuado
Todo resulta un desafió para los actores que se enfrentan a la mirada del público que puede ver cada detalle y para los dramaturgos que tienen que resolver en un corto tiempo la historia, en la mayoría de los casos recurriendo al humor y con una escenografía mínima.
¿Se trata de una moda o de un formato que vino para quedarse? Solo las costumbres y las preferencias de los espectadores lo dirán.
Mito Mauro