En los últimos tiempos a Chano Moreno Charpentier se lo ha conocido más por las páginas de espectáculos, que por la música. Ahora que generó quizá la noticia más importante que haya dado un devaluado Lollapalooza – la vuelta de Tan Biónica- se han llenado páginas especulando el motivo del retorno (las deudas del cantante y otros razones) sin considerar la trascendencia musical, estética y de actitud en el escenario de Tan Biónica desde su creación en el 2002.
El grupo ha generado en casi 15 años – hasta su parate en 2016- un puñado de canciones que han quedado como aporte sustancial al pop-rock necesitado de nuevos aires.
Ciudad Mágica, Ella tiene un look, Obsesionario en la mayor y La melodía de Dios, las cuatro que tocaron en el corto set en el Festival, son apenas una muestra de ello.
Ciudad mágica, cooptada hasta el hartazgo por bailes políticos impertinentes, no deja aún así de ser una gran canción. Incluso hasta el adjetivo de mágico (hoy mágico es cualquier cosa) tampoco es óbice para que siga estando entre los grandes hits del siglo XXI.
Chano prometió pagar la deuda artística: “Nos vemos pronto para tener la noche mágica, esa que le debíamos”.
Mito Mauro