Humberto Carpio (Gonzalo de Castro) tiene un pequeño bar en España y un pasado que intenta ocultar. Lleva una vida tranquila leyendo libros y jugando al ajedrez hasta que su aparente calma se resquebraja con la aparición de Jorge (Juan Grandinetti), su hijo a quien no ve desde hace añares y que muestra claros gestos de desprecio.
La relación entre este padre y su hijo es la columna vertebral de la película, que se encarga de vincular las relaciones intrafamiliares con todo aquello que no se dice. El ocultamiento y la mentira como motores de los vínculos. El filme se estructura en un eje cómico y otro policíaco. Lo cómico intenta acoplarse al contexto sociopolítico “Ese chiste es machista” pero pareciera perpetuar distintos modos-de-ser dictados por los estereotipos de género. Sin embargo, el juego de velar-develar se presenta como protagonista y lo que creíamos que funcionaba de una manera, termina revelándose de la opuesta.
Francisca Pérez Lence