Giro de ases: la magia del amor o el amor de la magia

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¿Cuánto de magia hay en el amor? Y ¿Cuánto de amor hay en la magia? En Giro de ases, la primera película de Sebastián Tabany, codirigida con Fernando Díaz, se desarrollan estas dos líneas narrativas. El amor por la magia como oficio y arte es encarnado por Martín (Juan Grandinetti) que porta un talento innato para los trucos y se dedica a pasar sus días practicando distintos y nuevos juegos de cartas. A su vez, la ruptura con su pareja lo impulsa a enfocarse en el armado de una rutina para un posible espectáculo. Como dice el dicho, afortunado en el juego, desafortunado en el amor. 

Pero el enamoramiento/encantamiento no tarda en llegar cuando conoce a Sofía (Carolina Kopelioff), una estudiante de artes combinadas que sale con Facundo (Esteban Pérez), un compañero mago. Los primeros planos de Martín encantando por trucos de magia y por el rostro de Sofía se tratan de la misma forma. El brillo en los ojos, la boca entreabierta, el encandilamiento que le generan los trucos y el misterio que esconden detrás atraviesa ese rostro cuando se enamora y cuando asiste a espectáculos. La homologación entre la magia y el amor no es sólo narrativa sino también visual. Sólo desde la música se establece una distancia. Cuando el amor cobra protagonismo, melodías lentas y acompasadas acompañan las escenas, en contraposición a la música más rápida que indica suspenso y atención en las de magia. 

Un truco desencadena un encuentro amoroso y lo amoroso posibilita la mejoría en el juego. Desoyendo el dicho, Martín es afortunado en la magia, que puede leerse como un juego artístico, y en el amor. 

Esta comedia romántica fantástica, como la define el director, hace un retrato de la escena mágica porteña, y presenta los distintos tipos de magias que circulan en los escenarios. La magia de cartas, la de salón, la pickpocket. Un acercamiento hacia ese entorno que funciona en los márgenes de lo que se comprende y considera como arte. Como sostiene el director “La magia es una de las artes. No es una de las bellas artes del Renacimiento, porque vino después, pero es un arte.” En Giro de ases se presenta este arte desde una mirada amorosa y, por qué no, mágica. 

Francisca Pérez Lence