Gabo Ferro murió hace tres años, pero dejó un legado como sucede con los grandes artistas.
No solo el publicado sino el prometido, aquel que no pudo salir a la luz en 2020. Ese disco inédito llamado Loca ahora está disponible en las plataformas de streaming.
El trabajo pareciera que viene a cerrar un camino que probablemente se haya abierto el día que Ferro abandonó el escenario del Bauen. Antes de empezar el tercer tema de Porco, su banda de hardcore, dejó el micrófono en el piso y se fue a caminar por Callao.
Entonces, como le pasa a los personajes borgeanos, ese 31 de marzo de 1997 su vida cambió para siempre. Al otro día se anotó en la carrera de Historia doctorándose tiempo después. Cuando volvió la música, siete años más tarde, se convirtió en un trovador y un poeta de los que cuesta encontrar en la música contemporánea.
En Loca, junto al guitarrista Edgardo González, recorre el repertorio de los tangos cantados por Libertad Lamarque, Ada Falcón, Azucena Maizani, Tita Merello, por nombrar solo algunas de las mujeres del tango de los años 1920 y 1930. Ferro hace gala de su notable capacidad interpretativa y de la ductilidad de su voz que se ajusta perfectamente al repertorio elegido. El material había sido presentado en 2018 en el Torcuato Tasso y en 2019 fue grabado, pero recién ahora se publica.
Junto con Loca fueron lanzados Loca/Lado V que registra parte del primer concierto en el Tasso, Además, un libro con la letra de los tangos. dos entrevistas y un texto de Edgardo González.
Si bien el material era conocido por los fieles seguidores de Ferro, escucharlo hoy, cuando Gabo no está, deja en evidencia que la obra -monumental en este caso- trasciende al hombre.
Guillermo Cerminaro