Tomas Rebord parece haber encontrado la fórmula, como si hubiera juntado los pedacitos de los distintos yoes que fue mostrando en los últimos tiempos. En Hay algo ahí, el programa diario de las noches de Blender, todas las piezas de un rompecabezas (que a priori no podrían encajar) se unen con naturalidad.
Rebord no ha inventado nada pero sabe explotar sus mejores virtudes: su histrionismo, su capacidad para tomar riesgos, su formación, su capacidad de análisis. Así, después de entrevistarlo, puede hacer bailar a Sergio Berni al ritmo Erasure o puede generar acontecimientos como el especial de Star Wars o el de catch o hacer un programa de pascuas lookeado de época con Juan Grabois.
Eso no es todo: hace sus edibordiales- como a él le gusta llamarlas- sintetizando la realidad política por andariveles muy distintos a los medios tradicionales o habla de cultura pop con su inefable escudero Juan Ruffo.
Rebord le saca el máximo de jugo al formato streaming. Quizá lo puede hacer porque, en parte, el partido esta jugado de antemano: tiene adquirido los recursos intelectuales para que irrumpan cuando parece que nada hay ahí.
Guillermo Cerminaro