El rock, de la modernidad a la posmodernidad (Primera parte)

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Por Guillermo Cerminaro

En 1979, cuando Lyotard popularizó la idea de posmodernidad, el rock ya tenía más de dos décadas de recorrido.

No importa tanto la fecha precisa en la que comenzó eso que llaman posmodernidad. (Algunos hasta niegan que exista tal cosa).

Tampoco es tan importante la fecha de inicio del rock. Los comienzos siempre son imprecisos, se yuxtaponen con hechos y circunstancias que le dieron origen. Hasta conviven con rasgos del nuevo período.

El rock, que nació en las postrimerías de la modernidad, la sobrevivió y a esta altura lleva más tiempo de posmoderno que de moderno. La energía incontenible de la juventud que se constituyó como nuevo actor social encontró en él su cauce. Sus ideales: cambiar al mundo, las ansias de libertad, el goce sin límites, la idea de lo contracultural.

¿No es, acaso, un cambio de raíz de un mundo que habían dejado los mayores? ¿Una manifestación de una cultura que sólo a ellos les pertenecía?

Ambos periodos se caracterizan por rasgos diferentes. La modernidad, asociada al espíritu bodeuleriano de la novedad y la originalidad, luego del fin de la segunda guerra comenzó a languidecer. Es en ese periodo que aparece la juventud como actor social preponderante, en el que irrumpe de forma masiva y es poseedora de su música propia: el rock.

Son los años de Los Beatles y Los Rolling Stones.

Henry Sullivan en su libro “Los Beatles y Lacan, Un réquiem  para la edad moderna” afirma que cuando los Beatles se asoman a la psicodelia abren la puerta de lo posmoderno.

Sea acertado o no, algo pasaba en el mundo por esa época. Ni más ni menos que el Mayo Francés del año 68.

El Filósofo italiano Franco “Bifo” Berardi afirma que “el 68 permite observar el siglo XX desde la perspectiva de su desenvolvimiento, de su explosión. El 68 actúa como el inicio de una proliferación de derivas ya no reductibles a ninguna historia unitaria”

Lyotard cuando habló de la posmodernidad en su libro “La condición posmoderna” afirma que “Simplificando al máximo, se tiene por “posmoderna” la incredulidad con respecto a los metarrelatos”.

Si bien en “La Posmodernidad explicada  a los niños” amplió el concepto, en aquel momento, no hizo ninguna consideración de los alcances estéticos de la posmodernidad.

A diferencia de otros de los grandes teóricos del tema como Frederic Jameson, que tiene una opinión negativa de todo lo que tenga que ver con lo posmoderno, Lyotard ve en la posmodernidad una continuación del período anterior. Sea como fuera es un concepto difuso, contradictorio, polémico. En términos vulgares la palabra se asoció a lo superficial, al vale todo.

Surge una primera pregunta: ¿si tomamos como válido ese cambio de época, el rock no iba a ser naturalmente afectado en su trayectoria?

Surgido como una cultura de ideales, atraviesa la caída del mundo Hegeliano. Ya no hay finalidad en la historia, ya no hay un progreso hacia estadios superadores, es lo que viene a decir el posmodernismo.

Ese impacto se iba a notar con la llegada del punk que muestra la puerta de salida a la idea de que todo era posible o, dicho de otra forma, que el porvenir era otro al que habían marcado los mayores. Apareció y respondió con su No future, pocos años después que Lennon imaginaba un mundo mejor y los jóvenes del Mayo Francés tomaban la calle y las universidades para moldear otra realidad.

El punk pensaba que el movimiento hippie no era más que un adormecimiento social, que no iba a fondo contra el sistema. Pero duró poco.