¿Qué pasa cuando una novela se lleva al teatro? ¿Cómo es el proceso de adaptación? ¿Es la misma historia? ¿Qué se repite y qué se modifica cuando cada noche esa palabra es encarnada en el escenario?
Recientemente dos novelas han sido llevadas al teatro.
Por un lado, El corazón de daño de María Negroni, dirigida por Alejandro Tantanián, que puede verse desde hace unas semanas en el Picadero.
La obra, protagonizada por Marilú Marini, de gran trayectoria en Francia, es un monólogo acerca de la la compleja relación de una madre y una hija.
Por el otro, se acaba de estrenar en Timbre4 Rabia de Sergio Bizzio protagonizada por Claudio Tolcachir. El libro fue publicado en 2004 y la obra fue adaptado por el propio Tolcachir, Mónica Acevedo, María García de Oteyza y Lautaro Perotti, quien, a su vez, la dirige.
Es la historia de un hombre que tras un incidente se esconde en la buhardilla de la mansión donde trabaja su amor, convirtiéndose a partir de allí en un fantasma. Según afirma el propio Tolcachir se trata de un thriller, una rareza en teatro.
Dos opciones del vasto mapa que ofrece el teatro porteño para recorrer. Dos oportunidades de volver a leer, si aún no se hizo, las dos novelas.