En una noche de jueves, inesperadamente fría y ventosa, pasada las 18hs comenzó el Festival Ciudad Emergente con un show de apertura que tuvo la modalidad de contar con distintos dúos que se fueron desarrollando, en dos escenarios distintos, a lo largo de tres horas.
Los primeros en tomar el escenario principal, ubicado a metros de la Usina del Arte, fueron Coti y la chilena Francisca Valenzuela, que hicieron el show más largo de todos los que se fueron sucediendo. Luego, en el escenario -ubicado apenas se ingresa a la Usina- Lula Bertoldi de Eruca Sativa y Nico Sorín (ahora en plan solista luego de Octafonic) se subieron al podio entre los mejores de la noche. Ambos hicieron muy buenas versiones de Sumo (No tan distintos 1989) o los Redondos (Toxi Taxi), en un set corto, pero contundente.
Luego siguieron Natalie Pérez y el Mono de Kapanga, la mexicana Paty Cantú y Fede Bardullas de SER, Emma Horvilleur y Emme hasta que llegó el punto más alto de la noche con la presencia de Nahuel Pennisi y Andrés Giménez, que hicieron tres temas, uno del propio Pennisi, otro de A.N.I.M.A.L y una enorme versión de Durazno Sangrando de Invisible como homenaje al Flaco Spinetta, una tríada de temas que resultó una verdadera joya por la comunión de voces que se produjo entre los dos cantantes.
Lo que siguió fue Jimena Barón y Bhavi, Bambi y Silvina Moreno, Dante Spinetta y Neo Pistea, hasta que llegó uno de los cruces más esperados: Walas y Leo García, quienes pusieron intensidad a la noche.
Cuando comenzaron a caer algunas gotas, fue el turno de los dos últimos shows: Agustìn Casanova/MYA y Emanero/Dak1llah.
La propuesta fue variada por los artistas que se presentaron como por la calidad de lo que ofrecieron los distintos crossover. Un par de dúos hicieron que valga la pena quedarse soportando el frío y el viento.
Guillermo Cerminaro