El Método, el programa que Tomás Rebord viene haciendo desde 2022, y que va por la edición número 52, ha contado con invitados diversos, que en algunos casos han dejado mucha tela para cortar.
Una característica del programa es que -como viene ocurriendo en otros casos- se sabe cuándo empieza pero no cuándo termina.
En la última edición que contó con la presencia de Beatriz Sarlo, el conductor tiró del hilo del carretel y el primer tema fue el cine.
Antes de empezar- dijo Rebord- me contaste que “ves cine en el cine, no asistís- ¿cuál fue tu expresión?- a una coagulación de pantalla”
“El cine en 35 mm y con otras dimensiones de impresión de la película está hecho para ver en esas dimensiones. Que después la difusión, el comercio etc… lo pongan en superficies mínimas y vos veas cine en las superficie de un libro abierto, está bien, la gente ve en lo que quiere” argumentó Sarlo y siguió: “Yo veo cine en el cine y Buenos Aires todavía tiene una buena oferta. Está El Conti, la Sala Lugones y si querés ver cine de estreno están todos los shoppings”
Hoy por hoy las plataformas han ganado en lugar inusitado, a partir de la comodidad del público, que prefiere ver lo que el ponen adelante en su sillón en una pequeña pantalla y no con plantea Sarlo en el lugar natural que es el cine.
Al planteo de Sarlo podría adicionársele que ir al cine tiene un componente de ceremonia esencial. Dos horas en las que se suspende el mundo exterior. Puede pasar cualquier cosa que no hay forma de enterarse
La experiencia con el teatro y las plataformas no terminó de consolidarse, pese a haber sido una forma usual en pandemia. El que iba al teatro sigue yendo porque no hay forma de reemplazo: ver una obra en una pantalla es apenas un registro.
En estos días en lo que se está desarrollando, el BAFICI puede resultar un espejismo que apenas durará un par de semanas.
El panorama no es el mejor y mucho menos si hablamos de películas y series hechas “al gusto de la demanda”, el mismo que moldea la industria, en base a la pereza del espectador, para acrecentar sus ganancias.
Guillermo Cerminaro