BorgesPalooza, parte 1: Magia, Tiempo, El Muerto

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El pasado fin de semana se llevó a cabo la quinta edición del BorgesPalooza, la segunda en forma presencial, en el Cultural San Martín.
Fueron más de 15 actividades con treinta participantes y con una gran afluencia de público ávido por conocer aún más de un escritor que, a casi cuarenta años de su muerte, no para de crecer. La particularidad es que Daniel Mecca el creador y organizador del evento, al igual que Perry Farrel, no repite expositores de una edición a la otra, lo que produce la emergencia de nuevas miradas, como capas que año a año se agregan al conocimiento del universo Borgeano.
En la inauguración, Mecca expresó, explicando el espíritu del festival que “la distancia entre Borges y las juventudes es un imaginario falso de toda falsedad, por lo que la idea de paloozear a Borges no parte de ningún preconcepto original: el autor de “El Aleph” ya lleva dentro suyo la materia rockera, la rebeldía contra las estructuras, la inestabilidad de lo dado, la provocación como idea (lo que lo ubica dentro de la vanguardia duchampiana y conceptual a pesar suyo). ¡Si hasta tenemos un Borges bolche que hacia los años veinte escribía poemas para la Revolución Rusa!”
Posteriormente y durante su discurso, el escritor Juan José Becerra puso el acento en el Borges niño. En uno de sus fragmentos puntualizó: “Antes del golpe en la cabeza y la septicemia de la Navidad de 1938, se despliega el Borges tributario de las tradiciones locales, el idioma como de cine malo de los cuchilleros, el barro las orillas, la restauración épica, la desesperación por la experiencia y los alardes de precocidad, que incluyen una especie de envejecimiento prematuro. El primer contrato con la vida consiste en ocultar ‘la vergüenza de ser un hombre’. Pero la septicemia de 1938 es un momento de alucinación y terror que produce un desvío violento de repertorio en el que aparecen, por fin, los eventos propios y, con ellos, la presencia del Tiempo. El tiempo ya no es más el tiempo encapsulado de la Historia, ni el de la Sangre: ahora es un tesoro y un martirio personal. Esas son las características legendarias de su doble filo: está ahí, pero puede desaparecer; incluso está ahí, desapareciendo”.
Quedó tiempo para que Mercedes Morán leyera “Las ruinas circulares” que ofició como cierre de la primera jornada.

Al comenzar el día viernes, la canción compuesta por Mecca con la música de Muchachos entusiasmó a la concurrencia, en su mayoría chicos de colegios secundarios. En su estribillo el himno dice: “Borgeanos, reclamemos el premio Nobel, para Georgie que escribía como la pisa Lionel”.
La jornada contó con la visita del Ministro de Cultura de la Ciudad Enrique Avogadro y los visitantes pudieron recorrer la feria de editoriales independientes, otra de las novedades de la presente edición.
La tarde había comenzado con una charla sobre magia y Borges y durante la tarde se llevaron a cabo diversas mesas temáticas (‘Borges y sus distintas caras en la poesía’, ‘¿Cómo leen las nuevas generaciones a Borges?’, ‘Borges y el mercado editorial’). El final fue ya entrada la noche con la presencia de Anibal Jarkowsky que con precisión de un cirujano analizó el El Muerto, (publicado en la revista Sur y posteriormente incluido en el Aleph), adentrándose en la historia, en las circunstancias y en el detalle de la construcción de cada uno de los tres personajes principales del cuento.

Guillermo Cerminaro

PH: Mariana Fernández