Hace unos días Billie Eilish pasó por los Tiny Desk Concerts junto a su hermano Finneas para cantar “My future” y “Everything i wanted” en un mini show que duró apenas diez minutos y denotó intimidad y buen gusto.
Con el pelo a dos colores (amarillo arriba y negro abajo, a la inversa de Maradona cuando jugaba en Boca), cantó delante de una escenografía que simulaba el espacio en el que se grababan los Tiny Desk cuando el mundo no pasaba por la pandemia.
En días anteriores se llevaron a cabo las performances de Tame Impala, Norah Jones o Wire, todos bajo la nueva modalidad que se ha impuesto en los últimos tiempos.
Pero antes, se sabe, el mundo era distinto. Y estos shows se hacían en las oficinas de NPR, la red de radios públicas de los Estados Unidos, ubicada en Washington.
Desde el 2008, se pudieron ver más de 1000 capítulos, muchos de ellos verdaderos momentos memorables.
Para conocer algunas rarezas del ciclo es imperdible ver lo que propone el periodista Federico Martínez Penna en su canal de YouTube llamado Sostenido.
En “Los 10 momentos laterales de Tiny Desk que no te podés perder” se invita a ver los shows de Idles, Omara Portuondo, Antibalas, The Dirty Three y varios más, en lo que representa apenas la punta de un iceberg plagado de música.
Son cientos de horas para descubrir un mundo para muchos oculto hasta ahora.
Guillermo Cerminaro