Al acecho (Argentina/2019) Dirección y edición: Francisco D’Eufemia. Elenco: Rodrigo de la Serna, Belén Blanco, Walter Jakob y Mariano Rodríguez. Guión: Francisco D’Eufemia y Fernando Krapp. Fotografía: Diego Poleri. Música: Ariel Polenta. Dirección de arte: Juan Pedro Valle. Sonido: Natalia Toussaint. Distribuidora: Cinetren. Duración: 84 minutos. En Cine Ar Play gratis por una semana desde el viernes 7 de agosto hasta el jueves 13. En Cine Ar TV jueves 6 y sábado 8 de agosto a las 22hs
La policía se dirige hacia una casa en la que irrumpe tirando la puerta abajo. Sólo vemos la puerta y oímos los gritos y comentarios dentro. En la siguiente escena, nos encontramos con Pablo Silva (Rodrigo de la Serna) esposado. ¿Qué hizo? ¿Por qué lo buscan? Son preguntas que estarán circulando a lo largo de todo el filme pero que no obtendrán respuesta. Dos semanas después, Silva es enviado como guardaparques al Parque Pereyra Iraola, a modo de castigo. Los motivos están vedados y Silva se encarga de mantener su pasado oculto.
Con una cámara muy pegada al cuerpo de Silva y en constante movimiento, nos transportamos con él en su día a día mientras mantiene las conductas de los visitantes del parque en regla. Pero la supuesta tranquilidad no dura demasiado. Su compañero de trabajo, Mariano (Facundo Aquinos) lo lleva a recorrer el terreno y a demarcarle los límites entre su ámbito de trabajo y las tierras militares que han quedado abandonadas. Mariano hace énfasis en los hasta dónde y no quiere traspasar ningún borde, yo no quiero quilombo le dice a Silva en una de las escenas. Mientras que Silva, curioso, descubre un perro muerto por una trampa que pende de uno de los árboles. Allí comienza la sospecha de que por esas tierras no sólo quedaron las emboscadas de los militares sino que circula, en el cotidiano, una red de cazadores y traficantes de animales.
A partir de este momento, la película se tiñe en profundidad del carácter policial que tiene desde su comienzo. Con Silva como protagonista, un personaje que está cargado de ambigüedad, que es infranqueable y del cual no se comprenden sus razones, nos adentramos en una búsqueda de pistas que le permitan confirmar qué ocurre donde la ley no llega. Silva acecha a quienes acechan animales, pero también es perseguido por su superior Mario Venandi (Walter Jakob) en un juego de nunca acabar. El filme se encarga de oscilar entre los bordes, de asentarse en los límites del perseguido-perseguidor, bueno-malo, víctima-victimario, tirando por tierra las sedimentaciones y conformando una historia de sospecha y de incertidumbre que se sostiene a lo largo de toda la película. Y nosotrxs, como espectadorxs, quedamos también al acecho, intentando descubrir quién es este protagonista, qué lo mueve, qué intenciones tiene, a qué leyes está supeditado.
Francisca Pérez Lence