El fenómeno Párense de manos

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¿Qué es lo que hace que  600.000 personas sigan por la plataforma de streaming Kick a boxeadores amateurs arriba de un ring?

¿Cómo se explica que que se haya llenado el estadio de Vélez con un público ávido por ver cómo streamers, actores o ex futbolistas se golpean como si fueran boxeadores?

La explicación no es una y quizá sea múltiple.

Un día del 2023 a Luquitas Rodríguez se le ocurrió hacer un Luna Park sin saber bien cómo ni con qué. Emulando al español Ibai Llanos, decidió que el contenido era el boxeo. Así nació la idea concretada a fines de ese mismo año.

Una primera duda es por qué en el momento de menor trascendencia del boxeo en Argentina, un país de gran tradición en ese deporte, haya ocurrido un evento multitudinario como la segunda edición de Párense de manos.

Maravilla Martínez, el último ídolo del boxeo argentino, puso el grado de profesionalidad ante Pablo Migliore, que cumplió con dignidad.

Todas las otras peleas transcurrieron entre streamers e influencers que se prepararon para la ocasión.

Hubo tiempo para lo bizarro en la pelea en la que el Turco García  noqueó a el Ruso.  Arbitrada por Héctor Baldassi, que hizo su propio show, de no haber sido parada desde afuera pudo haber terminado mal.

Los conductores de Paren la mano (el programa que se emite por Vorterix) el propio Lucas Rodríguez, Germán Beder, Alfredo Montes de Oca y Joaquín Cavanna le dieron su propia impronta a la extensa velada.

El quinto hombre del programa, Roberto Galati, subió al ring y recibió la máxima ovación de la noche.

La épica de Rober se había empezado a crear en la primera edición de Párense de manos en el Luna Park y, está vez, todo Vélez coreó su nombre en la pelea que lo tuvo como ganador ante el gamer y comediante Emilio González Moreira.

La convocatoria debe ser entendida como fenómeno de estos tiempos. La gente se divierte con Luquitas y sus compañeros y también les creen. Por eso los siguen. Por eso colmaron Vélez y atiborraron una plataforma de streaming como nunca había pasado en Argentina.

Guillermo Cerminaro