Sentarse en un sillón que forma parte de la escenografia de una ópera o de un ballet, ponerse el casco de uno de los personajes, tocar las telas de un vestido; todo eso se puede hacer en el Colon Fábrica, en el barrio de La Boca.
Quien lo visite vive una experiencia genuina, es una inmersión en un mundo que atraviesa las épocas a partir de los vestuarios y escenografías.
Mientras se recorre cada uno de los distintos sectores, en los monitores se puede ver el momento de la representación. Aquello que se ve en forma estática en un lugar de la muestra, alguna vez estuvo en el escenario de uno de los más importantes teatros del mundo. Y es en ese contraste, entre una y otra mirada, que gana en intensidad lo que se vivencia.
Escenografias y vestuarios de óperas como Turandot, La Bohéme, Aida o Rigoletto o ballets como El Corsario son algunas de las piezas que están expuestas y se promete una renovación constante de lo que va ser exhibido dentro del vasto universo fabricado en el mismo teatro.
Para quienes vayan asiduamente al Colón y para quienes no, es una oportunidad o de acrecentar la experiencia o de conocer un mundo que a veces parece demasiado alejado.