De a poco los artistas en general y la gente vinculada al rock y al pop en particular han empezado a reflexionar sobre la pandemia. Algunos filósofos ya dieron su opinión. Así Zizek, Judith Butler, y el coreano Byung-Chul han especulado sobre el fin del capitalismo o el avance del control estatal chino.
Quizá el más interesante en ese sentido haya sido Paul. B Preciado que en el diario El País de España concluyó su escrito con la frase tal vez más contundente escuchada hasta hoy: “En primer lugar, es imperativo cambiar la relación de nuestros cuerpos con las máquinas de biovigilancia y biocontrol: estos no son simplemente dispositivos de comunicación. Tenemos que aprender colectivamente a alterarlos. Pero también es preciso desalinearnos. Los Gobiernos llaman al encierro y al teletrabajo. Nosotros sabemos que llaman a la descolectivización y al telecontrol. Utilicemos el tiempo y la fuerza del encierro para estudiar las tradiciones de lucha y resistencia minoritarias que nos han ayudado a sobrevivir hasta aquí. Apaguemos los móviles, desconectemos Internet. Hagamos el gran blackout frente a los satélites que nos vigilan e imaginemos juntos en la revolución que viene”.
Entre los músicos David Byrne aportó lucidez al decir: “En situaciones de emergencia, los ciudadanos pueden cooperar y colaborar repentinamente. El cambio puede suceder. Vamos a necesitar trabajar juntos a medida que aumenten los efectos del cambio climático. Para que el capitalismo sobreviva de cualquier forma, tendremos que ser un poco más socialistas”
Nick Cave propuso una idea colectiva: “hay otras formas de compromiso, abiertas a todos nosotros: un correo electrónico a un amigo lejano, una llamada telefónica a un padre o hermano, una palabra amable a un vecino, una oración por aquellos que trabajan en la línea del frente. Estos simples gestos pueden unir al mundo, arrojando hilos de amor aquí y allá, finalmente conectándonos a todos, para que cuando salgamos de esto, estemos unidos por la compasión, la humildad y una mayor dignidad. Quizá, también veremos el mundo con otros ojos, con una reverencia despierta por lo maravilloso que es. Esto podría, de hecho, ser el verdadero trabajo creativo de todos”.
La opiniones seguirán y las canciones, algunas ya publicadas o en gestación, serán verdaderos testimonios de la época.