No se preocupen los espectadores que no van a ver la película por terror a ser un mar de lágrimas cuando salgan de la sala. No es un melodrama clásico que invita a resultar uno en esas condiciones. Sí, por supuesto, que tiene momentos de emoción en los que Dumbo llora porque extraña a su madre, porque tiene un incendio ocurriendo a sus pies o porque se tropezó en un auditorio lleno de público cruel y despectivo.
Para contrarrestar el contenido lacrimógeno sencillo bajo el que se podría ingresar todo el largometraje es que aparece Tim Burton. No hace falta explicar mucho quién es y qué películas lo caracterizan. No tan conocido, pero de notoria trayectoria aparece Ehren Kruger, guionista de la trilogía de Transformers, La llamada y un clásico del cine de suspenso, Arlington Road.
Reconociendo que es un prejuicio, ninguno debe tener afición por el conjunto de golpes bajos con el que se podría comprar al público. En cambio, ofrecen la acción necesaria para que Dumbo termine siendo un superhéroe. Para eso hace falta un villano. Sobre todo uno despiadado que no tenga problema en quitarle la vida a la mamá de Dumbo. Michael Keaton cumple, pero queda la sensación de que es más por su mirada penetrante, su color de ojos y el vestuario y maquillaje que le brindaron. Vestido con ropa común, su actuación no lo vuelve un perverso empresario del entretenimiento. Eva Green recorre el mismo sendero. Convence como una sensual acróbata más por el criterio estético con el que armaron su personaje que por sus expresiones y movimientos frente a la cámara.
Por último, el núcleo familiar lo trae Colin Farrell y sus dos hijos. Lo cumplen como un veterano de guerra al que le falta un brazo cuando vuelve a casa y se reencuentra con sus dos hijos, quienes perdieron a su madre durante la Primera Guerra Mundial. Nuevamente sí, el espectador cree en que está viendo a dos jovencitos luchando con alma y corazón por las condiciones en las que Dumbo “trabaja”, y hacia el final de la película lo hacen porque tenga la libertad con su madre.
La película cumple. No tiene la carga emotiva que tiene el film de Disney de 1941. No saldrán los chicos traumados con una escena o con la otra. Es una película de superhéroes. Dumbo es quien arruina el circo del malvado Vandevere. Cuenta con la ayuda de un pequeño ejército familiar con la gradual colaboración de Colette, novia y protegida inicialmente de Vandevere, y Max Medici, el desopilante Danny DeVito.
Más de un nostálgico de los noventa no ve a un empresario circense y un maestro de ceremonias compartiendo pantallas, sino que ve a Batman junto a Oswald Cobblepot, alias Pingüino, en Batman regresa (1992), casualmente dirigida también por Tim Burton.
Santiago Tami Arias