Desde los inicios del festival, sacar una entrada o un abono para el Lollapalooza termina siendo un acto de fe. Y la fe ha ido in crescendo en las últimas ediciones en las que el line up ha perdido brillo.
Pese a eso, las entradas se siguen vendiendo sin importar si se va a dar la vuelta de Titanes en el ring, una captura masiva de pokémon o la actuación de un reconocido cantante de cuarteto. Más allá de alguna de esas cosas, el line up del 2019, anunciado el miércoles pasado, parece mejor que el de las últimas ediciones.
La presencia de Kendrick Lamar -por primera vez tocará en Argentina- se lleva muchas de las miradas, sobre todo de quienes estaban esperando su visita. Es que Lamar está en el pico más alto de su carrera con su disco DAMN y no es sencillo ver a artistas en esa condición.
Otra de las visitas significativas, no ya por la novedad de verlos por primera vez, son los Arctic Monkeys. Los de Alex Turne vienen a presentarTranquility Base Hotel & Casino, su sexto disco de estudio.
Hay otras artistas que ya estuvieron por acá pero es interesante ver su evolución. Tal el caso de St Vincent, que ya participó en la edición 2015 del festival, brindando un show potente y sutil.
Otros que estuvieron en varias ocasiones son los Foals, que intentarán hacer bailar, como siempre, a quienes vayan a verlos.
Una de las bandas más esperadas por los cultores del rock potente y clásico es Greta Van Fleet, la banda creada en el 2012 en Michigan y de quienes Robert Plant dijo “Suenan como Led Zeppelin”
Entre los latinoamericanos brilla Caetano Veloso con sus hijos Moreno Zeca y Tom y el uruguayo Jorge Drexler uno de los músicos de mayor talento del otro lado del río.
Naturalmente hay mucho más que merece ser destacado y otros que no se entiende bien cómo es que están. Quizá estos últimos habiliten un tiempo de descanso en un maratónico festival.