La cultura Hip-Hop nació muy lejos de Buenos Aires. Para ser preciso hay que buscar sus orígenes en Nueva York, en los barrios populares como el Bronx o Harlem. Consta de cuatro elementos que la constituyen: el MC, el breaking, el grafiti y el DJ. El breaking, varias décadas después de sus inicios, acaba de debutar como deporte en los Juegos Olímpicos de la Juventud que se están llevando a cabo en Buenos Aires.
Pese a la resistencia de los sectores más conservadores del deporte, en la pista dispuesta en el Parque Urbano de Puerto Madero, se ha llevado adelante la actividad ante una multitud de curiosos y cultores del género.
El ruso Bumblebee y la japonesa Ram fueron los ganadores en la competencia individual en base al fallo de un jurado calificado que tiene en cuenta distintos aspectos vinculados a lo técnico, la originalidad, la complejidad, la rítmica y la fluidez. Como se ve, hay pautas, pese a que se trate de alguna manera de un baile anárquico.
Argentina tuvo sus representantes: fueron la mendocina Vale González y Mariano Caravajal, un rionegrino que lleva como nombre artístico Broly en alusión al personaje de Dragon Ball Z. Este último, en pareja con la italiana Lexy, logró la medalla de plata en la competencia mixta.
Terminada las actividades y quedando la duda de si el breaking se consolidará finalmente como deporte olímpico, más que nunca se debe preguntar: ¿quién le quita lo bailado a estos jóvenes que hicieron de las suyas en los Juegos Olímpicos de la Juventud?