El fin de semana pasado se llevó a cabo una nueva edición de la Feria de editores en la Ciudad Cultural Konex.
Es la séptima oportunidad en que se realiza este evento que fue creciendo año a año, hasta llegar, en esta ocasión, a albergar a más de 250 stands de editoriales de Argentina, de América del Sur, México y España.
Visitar la Feria es entrar en un mundo de libros de los que no se encuentran en las grandes librerías, es como ir a otro universo de libros no poco vistos.
La oferta es variopinta. Desde editoriales dedicadas sólo a la música, a la poesía o la filosofía, a otras que cuentan en su catálogo con publicaciones de temática diversa; (casi) todos los mundos literarios se encuentran representados.
Además de libros para ver hubo charlas para disfrutar en un espacio bien amplio y cómodo como es el Konex, que se pobló de una enorme cantidad de público las tres jornadas que duró la actividad.
En épocas que cuesta leer cada vez más, donde existen competidores fuertes (las redes sociales, las series) de mayor facilidad para digerir, el libro resiste. Y sobre todo lo hacen los editores independientes que se organizan para luchar en un territorio difícil. Por eso juntarse parece un buen intento y seguir leyendo sigue resultando un desafío, aunque difícil, posible.