Cada vez que una banda se separa se suscitan sentimientos de  desolación, tristeza y dolor entre quienes la siguen. Es que, como canta Carajo, – la banda en cuestión- “Evitar que el amor se ponga a llorar, es como evitar que el sol se ponga hoy, inútil es tratar que el amor no llore”.

Eso es seguramente lo que sienten los seguidores de la banda de  Marcelo “Corvata” Corvalán, Andrés Vilanova y Tery  Langer  quienes decidieron, el fin de semana pasado, poner fin a su carrera luego de casi 19 años.

Por el año 2000, Corvata y Andy Vilanova miembros de A.N.I.M.A.L convocaron a Tery Langer y desde entonces permanecieron juntos.

Desde aquel momento, cada presentación en vivo resultó ser explosiva, de una potencia arrolladora que, sobre todo con el correr de los años, se vio complementada, en cuanto a lírica, con un mensaje espiritual y humanista.

La separación es inesperada y si bien seguramente el universo creativo de cada uno de los integrantes de la banda no va a agotarse, las presentaciones en vivo serán parte del pasado.

Quedan sus canciones, para ser reescuchadas a sabiendas de que ya no habrá más.