La venganza de las Hermanastras, de reciente aparición en Argentina a partir de la publicación de la editorial El Ateneo, es como esos platillos complejos de los que tanto se habla en las revistas especializadas: así como la variedad de sabores actúa en varios niveles gustativos, el trabajo de Jim C. Hines abunda en sus lecturas y, aunque con un sabor preponderante, guarda varios matices dentro.

Porque, es un hecho: es un libro juvenil. Pero en esa etiqueta se esconde una falacia que autores como Liliana Bodoc o películas al estilo Pixar se han encargado de desmantelar: lo de los chicos es para chicos y lo de grandes, bueno: para grandes. La venganza de las hermanastras aborda la historia de las tan famosas princesas de Disney, pero le saca el estilo que impone el copyright: las devuelve al estado original en el que habían sido pensadas, más oscuras o, mejor dicho, más claroscuras.

Y en un libro de personajes tan reconocibles, el autor se destaca por aquello que lo ha caracterizado, ya desde su saga Magic Ex Libris: la creación de protagonistas y secundarios con profundidad 3D. Y ahí donde las chicas Disney son monocromáticas, las chicas Hines conocen toda la paleta de colores. Indudablemente, cualquier niño o joven disfrutará de una lectura que fluye veloz y entretenida. Será cuestión de probar: es momento de descubrir a una de las nuevas e interesantes plumas de la literatura juvenil.